Uno de los pasos fundamentales para entablar una conversación clara con Dios y con tus ángeles es lo que yo llamo introspección o interiorización o, como otros también la definen, meditación. Sea el nombre que quieras utilizar, el punto principal está en que puedas enfocarte y concentrarte para escuchar la voz del cielo. A continuación te comparto algunos “secretos” que me enseñaron los ángeles para lograr enfocarme más fácilmente al meditar y al orar:
- Busca hacerlo siempre en un mismo espacio o lugar. Cuando haces esto, le vas impregnando a ese sitio tu energía y la energía especial de conexión con Dios.
- Trata de hacerlo en la mañana. Aunque no es algo obligatorio pues cada quien tiene un momento de su preferencia para este tipo de actividades, descubrí que la hora de la mañana – en especial antes del amanecer – es maravillosa para establecer un contacto con Dios y con los ángeles.
- Enfócate en la respiración. Quizás el reto más grande está en aquietar la mente. Un “tip” que los ángeles me dieron hace muchos años es que, para evitar que la mente se disperse, me concentre en la respiración y contar las inhalaciones y exhalaciones. Comienza con cinco inhalaciones y luego exhala cinco veces. El objetivo es que tu respiración sea uniforme.
- Ve incrementando el tiempo poco a poco. No busques meditar una hora el primer día que lo intentas! Empieza por cinco minutos máximo y cuando sientas que puedes permanecer enfocado por ese tiempo, ve aumentando poco a poco.
- Ten paciencia. Como todo en la vida, las cosas se logran con paciencia y disciplina.
En este video te comparto un ejercicio que los ángeles me enseñaron hace más de 30 años para aprender más fácilmente a relajarme y así mejorar mi conexión con ellos 🙂
Todo en la vida es práctica, así que si en el primer intento no logras relajarte y meditar como deseas, ¡no te des por vencido! Vuélvelo a intentar; la consistencia y disciplina te traerán una hermosa recompensa 🙂
¿Qué es lo que más se te dificulta cuando meditas? Compárteme tus experiencias.