Cuando se nos presentan dificultades o situaciones muy difíciles la tendencia es que entremos en un estado de alteración y confusión.
No pensamos claramente, nos angustiamos y en muchas ocasiones podemos incluso a llegar a perder el control de nuestras emociones y acciones.
A continuación te comparto unos tips que los ángeles me han enseñado para manejar esos momentos de tensión:
* Recuerda que tú atraes lo que piensas. Esta frase no me cansaré de repetírtela tantas veces sean necesarias, pues fue una de las que transformó mi negatividad en optimismo. Si tú de manera consciente estás atento a tus pensamientos y comienzas a «adiestrarlos» para que así no den rienda suelta a ideas negativas y a pensar que lo peor es lo que va a suceder, así mismo podrás controlar más tus estados de estrés y ansiedad.
Si te ‘atrapas’ teniendo un pensamiento negativo sobre tu situación, no pelees contra él; más bien, respira hondo y lento un par de veces y distrae tu mente en algo más. Haz algo distinto que te distraiga y no tenga relación con la situación que te preocupa.
Yo, por ejemplo, cuando paso por momentos así y el negativismo quiere aprovecharse de la situación, comienzo a ver un video en YouTube que me enseñe algo o a alguno de mis motivadores favoritos; esto, además de distraer mi mente de los pensamientos negativos, ¡me ayuda a aprender algo nuevo y a usar el tiempo en algo mucho más productivo que en pensar que no hay salida y que me voy a estrellar contra la pared en esa situación!
* Acude al Espíritu Santo. Este consejo me ha ayudado muchísimo, en especial cuando he pasado por momentos de tensión con mi esposito (no hay relación perfecta 🙂 ) Si sientes que te está dando mucho mal genio contra alguien y que vas a explotar, inmediatamente repite mentalmente “Espíritu Santo, apacígüame” como mínimo tres veces. Recuerdo la primera vez que los ángeles me entregaron este consejo y lo puse en práctica: mi esposito y yo estábamos hablando sobre un tema sobre el cual cada uno tenía una opinión distinta; obviamente, en la medida en que cada uno quería dar a entender al otro que su opinión era la correcta (es decir, cuando nuestro ego es el que habla en lugar del corazón), yo comencé a sentir en mi interior que el mal genio estaba comenzando a subir…¡alerta! ¡Esa es la bandera roja de que puede llegar a surgir un comentario más fuerte que desencadene una discusión! En ese instante, escuché a los ángeles decirme: ¡No discutas! Repite tres veces: «Espíritu Santo, apacígüame!. Lo hice, y te juro que luego de la tercera vez ya casi ni me acordaba por qué me estaba poniendo de mal genio! ¡Fue mágico! Esto que parece tan simple, es super poderoso para que la energía de sentimientos negativos se desvanezcan.
* Alaba a Dios con todas tus fuerzas y desde lo más profundo de tu corazón. Reconoce que quizás de una u otra forma la situación que estás viviendo fue provocada por ti, por alguna mala decisión que tomaste o algo que dejaste de hacer. No culpes a Dios por lo que te pase; por el contrario, agradécele por lo que tienes y dile que lo amas y que a pesar de lo difícil que estás pasando no te alejarás de Él.
* Ora de una manera afirmativa y positiva. Esto quiere decir que a través de una oración o frase expreses con mucha fe aquello que deseas ver como solución a tu problema. Ejemplo: si fuiste despedido de tu empleo, una oración afirmativa puede ser: “gracias Señor Dios pues me has llevado a un empleo mucho mejor que el que tenía anteriormente. Me siento feliz y agradecido por el cambio que he tenido. Amén”. En mi libro ¿Por Qué Pido y no Recibo? te comparto en detalle cómo iniciar y fortalecer tu comunicación con Dios y tus ángeles a través de la oración, así como la manera de crear oraciones afirmativas que atraigan el mejor resultado para ti.
En este audio te comparto una oración que los ángeles me entregaron para pedir a Dios por fortaleza en momentos de dificultad. Escúchala cada vez que sientas que necesitas una «recarga» espiritual para continuar hacia adelante.
¡Te mando muchas alitas de angelitos!