Cuando yo era pequeña creía que todos los seres humanos eran buenos. Mi mami me cuenta que yo lloraba y me molestaba cuando ella me enseñaba que en el mundo hay personas buenas y personas no tan buenas. Me dice que yo llorando le decía: “¡No! ¡Todas las personas son buenas como tú!”. Me resistía totalmente a aceptar lo que ella me decía.

Pero, cuando seguí creciendo y comencé a vivirlo en carne propia, me di cuenta que mi mami tenía toda la razón.

En mis años de colegio sufrí de bullying. Este fue mi primer contacto con las “malas vibras” de otras personas. Luego, en mi adultez, me enfrenté también a situaciones desafiantes en el ambiente laboral.

La vida se compone de situaciones de reto ya que todos y cada uno de nosotros tiene un libre albedrío (en mi opinión, este, luego del hecho de poder vivir un día más de vida cada vez que abro mis ojos, es el regalo más maravilloso que Dios nos entregó para cocrear con Él nuestras experiencias en este mundo).

Y precisamente por ese libre albedrío, cada ser tiene el poder de decidir cómo actuar, cómo hablar, cómo sentirse y cómo comportarse con los demás.

La buena noticia, así a veces no lo parezca pues en el mundo suceden muchas cosas cada día, es que los buenos seres humanos son más que los que no lo son.

Aún así, a veces las personas deben enfrentarse a experiencias con otras que no son las más agradables pues nacen de sentimientos de baja vibración – así los llaman los angelitos – como la envidia, los celos, los deseos de venganza, la rabia y otros.

Con esto no busco que te asustes o deprimas. Por el contrario, mi objetivo es compartirte algunas ‘técnicas’ que te ayudarán a eliminar sensaciones o energías negativas que las acciones o comportamientos de otras personas hayan quizás dejado en ti ¡y te puedo asegurar que son muy efectivas!

Haz clic en el video, en donde te comparto nueve técnicas o “estrategias” que te ayudarán a cortar esos lazos de vibraciones negativas que otras personas te han enviado.