Según el profesor de Neurología en la Universidad de Kentucky Kevin Nelson, los animales también pueden tener experiencias y sensaciones espirituales como las tenemos los seres humanos.
En un artículo publicado en la página web Discovery.com, este neurólogo indica que las experiencias espirituales se originan dentro de áreas primitivas del cerebro humano, las cuales existen también en las estructuras cerebrales de ciertos animales. Aunque no es posible corroborar dichas experiencias pues no pueden hablar, “es aún razonable concluir que ya que las áreas más primitivas de nuestro cerebro son espirituales, entonces los animales también son capaces de tener experiencias espirituales”, indica el dr. Nelson.
Este profesional define ‘experiencias espirituales’ como experiencias que son no materiales, intangibles, introspectivas y comparables con aquellas que tienen los seres humanos, como quienes afirman haber muerto y regresado o haber visto un túnel de luz.