En esta época en que el término “distanciamiento social” se ha convertido en una frase “de moda”, la sensación de soledad se ha fortalecido en muchas personas a nivel mundial.
Quizás estás pasando por una etapa de soledad debido al coronavirus…
…quizás estás lejos de quienes amas pues vives en una ciudad o país diferente…
….o posiblemente terminaste una relación o ya llevas un buen tiempo sin tener a alguien a tu lado.
Sea cual sea la razón, quizás sientas que estar solo no es ni fácil ni divertido.
En este artículo no te voy a repetir la frase “no estás solo(a); Dios y tus ángeles están a tu lado”.
Y no la voy a repetir no porque no sea cierta pues lo es;
sino porque deseo entregarte algo más conciso y tangible que puedas poner en práctica en tu vida actual.
Y te lo quiero compartir a través de mi propia experiencia.
Cuando vine a vivir a los Estados Unidos por primera vez, estaba casada con quien fue mi primer esposo, de quien luego de varios años de matrimonio, me separé.
como imaginarás o sabrás, un proceso de separación no es sencillo y genera un gran estrés emocional y sicológico, entre otras cosas.
Obviamente, el hecho de estar lejos de mi país y de mi familia lo hizo aún más difícil.
Cuando mi ex-pareja se fue, comencé a enfrentar la vida desde otra perspectiva: de mujer casada en un país extraño a mujer sola y dependiente de sus propias acciones para lograr salir adelante.
Mi bienestar y estabilidad comenzaron a depender exclusivamente de lo que yo hiciera o dejara de hacer.
Aquí comienza lo bueno de la historia 🙂
Viéndome enfrentada a este nuevo estilo de vida, decidí sacar más tiempo para conectarme con Dios y con mis ángeles.
(de hecho, durante esta etapa fue cuando recibí el mensaje sobre cuál es mi misión de vida).
Comencé a meditar mucho más seguido…
…¡la cantidad de información y mensajes que recibí fue impresionante!
Dentro de los mensajes estuvieron incluidos consejos y guías que me ayudaron a manejar la soledad por la que estaba atravesando.
Uno de los más importantes, sin duda alguna para mí, es el siguiente:
“Los momentos que llamas de soledad son en realidad una oportunidad que Dios te está dando para que estés contigo misma”.
Dios y sus ángeles pasaron a explicarme que para dejar de sentirme ‘sola’, debía verlo como que estaba conmigo misma.
En otras palabras, me dijeron que cambiara los ojos con los que estaba viendo a la soledad.
La soledad no es no tener compañía sino olvidar que tú estás ahí.
Si recuerdas que tú estás ahí, que existes y que eres, la sensación de soledad disminuye enormemente e incluso, desaparece.
Este mensaje me cambió la perspectiva de mi vida por completo.
Ahora bien, como te mencioné antes, quiero compartirte consejos tangibles para que puedas lidiar con la sensación de soledad, que me ayudaron a dejar de sentirme sola y a disfrutar de la vida que estaba viviendo en ese momento:
- Comencé a ‘consentirme’ más. Empecé a decorar el apartamento de la manera en que me gustaba, tomé cursos de temas que siempre me habían llamado la atención, comencé clases de yoga, etc. Esto me ayudó a estar distraída, a hacer nuevos amigos y a sentirme mucho mejor conmigo misma. Comencé a quererme más.
- Medité y oré regularmente. Esto te lo mencioné a lo largo del texto, pero te lo repito pues fue clave para ayudarme a sentir tranquilidad, paz interior y me ayudó muchísimo a mantenerme centrada para saber qué me convenía hacer. Además, como si fuera poco, ¡fortaleció muchísimo más mi contacto con mis ángeles!
- Leí. La lectura fue otra gran amiga y compañera durante ese período. Aprendí muchísimo a través de ella y obviamente mantuvo mi mente ocupada en cosas productivas, en lugar de estar perdiendo el tiempo con pensamientos negativos.
- Canté. Dentro de las varias clases que tomé estuvo la de un curso de canto. ¡Me divertí montones! Además, cantar ayuda muchísimo a elevar tu frecuencia vibratoria lo cual se traduce en mayor armonía y equilibrio emocional, espiritual y mental. Así sea en la cocina, te super recomiendo que cantes – y si lo acompañas del baile, mucho mejor!
- Ten un diario. Escribe, escribe, escribe. Esta es otra forma maravillosa de disfrutar de tu tiempo contigo misma. Escribe lo que sientas, lo que vaya sintiendo tu corazón…si permites que fluya libremente, cuando menos lo imagines, puedes incluso terminar recibiendo mensajes de Dios y de tus ángeles a través de lo que escribas.
- Crea tu mapa de tus sueños. No es necesario que sea Diciembre o Enero para que lo hagas. Cualquier momento del año es perfecto para que plasmes tus sueños y deseos en tu mapa de visiones. Es muy divertido y como muy seguramente sabrás, tiene un gran poder. Además, si estás viviendo sola/o, lo puedes colocar en cualquier lugar sin temor a que alguien que no quieras que lo vea lo haga.
Existen muchas maneras más de disfrutar tu tiempo contigo, pero viendo lo que yo hice, te darás cuenta que lo más importante a considerar es:
- Consiéntete.
- Date gusto haciendo lo que te hace feliz y te llena de gozo.
- En lugar de desperdiciar el valioso tiempo – que es algo que no puedes recuperar una vez que ha pasado – en estar triste y lamentarte porque no tienes a alguien a tu lado, puedes llevar a cabo actividades que te ayuden a madurar espiritual, emocional y mentalmente, a vibrar a una frecuencia mucho más alta, a tener más salud y a aumentar tus conocimientos.
En conclusión, qué prefieres: ¿sentirte triste todo el tiempo y ejercer resistencia a la realidad que vives en el momento (recuerda, todo es temporal), o aprovechar el regalo preciado de la vida que Dios te da cada día que abres tus ojos de nuevo haciendo cosas que eleven tu autoestima y te ayuden a evolucionar como ser humano y espiritual?
La decisión es tuya.
Cuéntame: ¿Qué acción vas a tomar para disfrutar de tus momentos contigo misma/o? *ya no vas a decir “de soledad” sino “conmigo misma/o” La vibración de las palabras es muy diferente 🙂
Ana Mercedes, como está?. Mi historia es al Revés, soy esa persona que lo a dado todo esperando una señal de Comprension y entrega por la otra parte, pero me cansé, después de 32 años de Lucha.
Hola, gracias por tu mensaje. Entiendo lo que dices…de manera general lo que puedo decirte es que el amor propio es fundamental y por lo tanto hay que analizar qué tanto, de lo que mereces, recibes o no, no por interés, sino porque lo mereces. Como alguna vez me dijeron los angelitos, el amor no es puede forzar u obligar. Conéctate con tu corazón y pon en una balanza tu amor propio y la experiencia que estás viviendo. Dios te guiará hacia lo que más te conviene hacer. Bendiciones.