En internet, en libros, en cursos y otros, existe muchísima información sobre el tema de cómo meditar, cómo aquietar la mente para poder meditar y a veces es tanta la información que existe que quizás nos confundimos y no sabemos qué práctica realizar para poder aquietar nuestra mente, callarla por un momento y podernos conectar con nuestro interior, podernos conectar con esa voz de ese ser superior, de esa energía Suprema que es Dios, la Divinidad, como tú lo quieras llamar, nuestro Ser Superior y con nuestros ángeles.
El tema está en que meditar es a veces incluso más sencillo de lo que uno cree que es, y aquí lo que quiero precisamente es compartirte un tip muy rápido, muy sencillo que recibí en un mensaje hace poco tiempo y que para ti puede ser muy útil si lo pones en práctica para ayudarte a conectarte y a meditar.
Hace unos días estaba yo en mi momento de oración y de interiorización con Dios y con los angelitos y estaba yo preguntándoles por algún método que fuera sencillo para conectarme con ellos de una manera más clara, para poder conectarme con la energía de Dios, con sus mensajes, con sus señales y que los pudiera entender más claramente, siempre pensando en tener información que lógicamente pueda yo aplicar en mi vida pero que también pueda compartir contigo.
El ejercicio que ellos me entregaron fue muy bonito y es el que tengo aquí para ti.
En ese momento Dios trajo a mi mente una imagen del rostro de Jesús. En mi caso personal el rostro de Jesús o la imagen de Jesús con la cual más me conecto se llama el príncipe de la Paz o Príncipe de Paz de una artista visionaria espectacular que se llama Akiane Kramarik. Si tú buscas en internet vas a encontrar esta imagen. Esta chica cuenta que ella cuando tenía como 5 - 7 años de edad tuvo esta visión del rostro de Jesús y lo pintó así tal cual está plasmado en esa imagen del Príncipe de la Paz y lo más curioso de todo esto es que otro niño - del cual su propia historia se hizo una película y hay un libro sobre el que cuenta que murió y fue al cielo y se encontró con Jesús y luego regresó a la vida llamado el Cielo Es Real - vio esta imagen y dijo “esta fue la persona que yo vi en el cielo!”, “¡este es Jesús con el que yo me encontré en el cielo”. Estos dos niños no se conocían, así que fue algo muy revelador, una historia muy bonita.
Como te he contado, realmente yo me conecto mucho con esta imagen, con este rostro de Jesús, pero ya depende de tu corazón cómo te conectes tu mejor y con qué imagen te conectes tú mejor y aquí lo que deseo hacer es compartirte el mensaje que recibí para que tú puedas meditar más fácil y te puedas conectar más fácil y por lo tanto puedas recibir mensajes más claros de parte de Dios y de tus ángeles.
Lo que Dios y los angelitos me dijeron fue que tomara esa imagen y que la imprimiera y eso fue lo que hice: la imprimí en varios tamaños y luego ya al tenerla impresa me dijeron que me fijara en ella, es decir, que me concentrara en el rostro de Jesús. Los ángeles me dijeron simplemente: “Siéntate por unos minutos y no pienses en nada; simplemente concéntrate en el rostro de Jesús y míralo, mira sus ojos e imagina que estás frente a frente con él. Imagínate que estás frente a frente con él, que te has encontrado con él y tú le puedes decir: “(Maestro) Jesús - o Señor, o como tú lo quieras llamar -, ¿qué mensaje tienes para mí? ¿qué me quieres decir hoy?”.
Es así de sencillo. Hazlo por unos minutos. Yo lo hice así: me concentré en la imagen, la observé, me fijé en sus ojos - porque los ojos en esta imagen definitivamente son cautivadores - y le hablé mentalmente, le decía: ¿qué me quieres decir, qué mensaje tienes para mí? Imaginé que estábamos frente a frente y recibí un mensaje de él. Esta práctica tan sencilla me ayudó muchísimo a estar realmente enfocada en el momento, a que mi mente se callara y no pensara en nada más.
Sé que si tú lo empiezas a practicar va a ser más fácil para ti concentrarte y enfocar tu mente. Lo importante es que no sea por un momento demasiado largo, al menos al inicio del proceso. Empieza por un minuto, luego ya puedes aumentar a 3, 5, 7, 10 o al tiempo que tú quieras, pero empieza a poco para que sea más sencillo para ti. No te fuerces demasiado y permite que la conexión se establezca de esa forma. Los seres humanos somos seres de sentidos, así que al utilizar nuestros ojos físicos al ver esta imagen o puede ser otra que tú tengas con la cual te conectes más (por ejemplo, si de acuerdo a tus creencias espirituales o religiosas te conectas más con otro ser de luz como por ejemplo si eres practicante de la religión católica puede ser la Virgen María o puede ser una imagen distinta de Dios de Jesús) no importa; lo que importa es que sea una imagen con la cual tú sientes una conexión y si tú lo haces así y empiezas así te vas a dar cuenta cómo tu mente se va a concentrar mucho más fácil porque tus ojos físicos estarán enfocados en ella.
De esta forma es más fácil cuando uno está comenzando el proceso de aprender a meditar y de enfocar la atención en algo. Puedes hacerlo de esta forma en lugar de solamente cerrar los ojos y buscar aquietar tu mente, porque es más probable que así ella empiece a irse a otros lados y es cuando uno se distrae y no logra enfocarse.
Cuéntame: ¿con qué imagen harás la práctica? ¿con cuál sientes que te puedes conectar más fácilmente? Leo tus comentarios 🙂
Nota: Aquí pego la imagen de Príncipe de la Paz de Akiane Kramarik para tu referencia 🙂
¡Te mando muchas alitas de angelitos!
Ana Mercedes